31 oct 2011

¡¡Los derechos del lector!!

Daniel Pennac, en su obra “Como una novela” (1992), formuló una serie de derechos que poseía cada lector:

1 - El derecho a no leer; que afirma que un lector no tiene la obligación de tener que estar leyendo de forma continua, sino que puede disfrutar de periodos de descanso en cuanto a la lectura se refiere.

2 - El derecho a saltarse páginas; es decir, a no leer ciertas páginas que el lector considere poco interesantes o irrelevantes en cuanto a información útil.

3 - El derecho a no terminar un libro; sin que el lector se sienta culpable por ello, pues en muchas ocasiones nos encontraremos con determinadas obras que nos resultarán aburridas.

4 - El derecho a releer; con la finalidad de entender un texto, de darle sentido o simplemente por puro placer.

5 - El derecho a leer cualquier cosa; pues el lector debe tener la libertad de elegir qué tipo de lectura considera más interesante para sí mismo en cada momento.

6 - El derecho al bovarismo (enfermedad de transmisión textual); considerando como bovarismo a esa satisfacción inmediata y exclusiva de nuestras sensaciones en las que nuestro cerebro comienza a confundir (momentáneamente) la realidad con la ficción de la lectura.

7 - El derecho a leer en cualquier sitio; pues cualquier sitio puede ser bueno para la lectura, siendo lo verdaderamente importante el hecho de que el lector se encuentre cómodo en el lugar que elija para leer.

8 - El derecho a hojear; es decir, a leer páginas sueltas para abstraernos durante unos minutos o para descubrir si un determinado libro le resulta interesante o no al lector.

9 - El derecho a leer en voz alta; para compartir con los demás lo que se está leyendo y conseguir que, aquellas personas que no se sienten identificadas con el acto de leer, puedan llegar a considerarlo como algo interesante.

10 - El derecho a callarnos; considerándose la lectura como un momento de intimidad del propio lector.

Como podemos observar, en los derechos del lector se reclaman una serie de libertades para que cada individuo pueda disfrutar de la lectura de la forma más íntima y personal posible; aportando a cualquier lector en potencia una serie de motivos por los que iniciarse sin miedo en la lectura.

En mi caso, me han llamado especial mente la atención los siguientes derechos; por ser aquellos con los que más identificado me he podido sentir:

- El derecho a no leer; pues, pienso que un lector sabe perfectamente en qué momentos va a disfrutar más de una lectura y en qué momentos tiene otra serie de obligaciones o aficiones que debe o quiere anteponer a la lectura. Por eso, creo que lo realmente importante es encontrar esos momentos en los que disfrutar de la lectura y no el hecho de imponer la lectura como una “obligación para el tiempo libre”.

- El derecho a no acabar un libro; porque no siempre una misma lectura tiene que ser agradable para todos y, si no lo es, pienso que es contraproducente el hecho de obligarnos a terminarla.

- El derecho al bovarismo; pues creo que lo realmente bonito de la lectura es el hecho de identificarte con la historia, con los personajes y los entornos de forma que sientas como sonríes cuando los personajes de una obra lo hacen y como se te encoge el pecho cuando a ellos les pasa algo negativo.

- El derecho a leer en cualquier sitio; pues, bajo mi punto de vista, no es mejor lector el que está concentrando leyendo en un pupitre, sino el que consigue disfrutar de la lectura en el lugar en el que se siente más cómodo para leer.

Fuentes consultadas:

http://lalibreria.blogspot.com/2005/08/los-derechos-del-lector.html
http://www.elcanonliterario.com/index.php?option=com_content&view=section&layout=blog&id=20&Itemid=71
http://aal.idoneos.com/index.php/Revista/A%C3%B1o_11_Nro._14/Derechos_imprescriptibles_del_lector
http://www.alkon.org/foro/literatura-y-teatro.79/426587-el-derecho-al-bovarismo-enfermedad-textualmente-transmisible.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia:Portada

De lo que creíamos que era, a lo que realmente es...

¿¿Qué es la literatura?? Muy sencillo: “Es todo aquello que alguien decide plasmar en un papel para comunicar o expresar desde sentimientos a noticias, pasando por relatos…”

¡¡Pues no!!

Yo siempre habría creído que literatura era la forma en la que el ser humano se expresaba por escrito; estaba seguro de que existía una “literatura” científica y de que incluso las cartas que se envían a tus seres queridos pueden englobarse como tal… ¡¡¡Incluso se me cayó ese mito de que la prensa deportiva podría considerarse literatura!!!

Pero a pesar de haberme llevado aquel primer “sustito” fui incapaz de renunciar a mis ideas…

¿¿Literatura oral?? Pues no pasa nada, redefinimos el concepto y decimos lo siguiente: “Literatura es todo aquello que sirve al ser humano para expresarse; tanto de forma escrita, como de forma oral”.

¡¡Pues tampoco!!

Es entonces cuando uno empieza a asumir que este viaje no va a ser tan sencillo como había pensado; cuando se da cuenta de que realmente no tiene ni idea y de que, quiera o no quiera, va a tener que investigar sobre conceptos e ideas que estaba seguro de conocer…

Y, de repente, comienzan a escucharse nuevos conceptos como los de “subliteratura” y “paraliteratura”; se habla de la literatura como arte o se hace referencia a la intención del autor…

En definitiva, uno aprende a darse cuenta de que realmente tiene que dudar de todo lo que creía saber; aprende que, si realmente quiere conocer algo sobre un determinado tema, es imprescindible interesarse por dicho tema y estar abierto a investigar…

12 oct 2011

El comienzo de la aventura...

Para lograr entender el desarrollo de esta asignatura es importante la comprensión previa de una serie de conceptos básicos relativos a la literatura y, más concretamente, a la literatura infantil; de este modo, realizaremos una pequeña introducción que nos servirá de preparación para el viaje que estamos a punto de comenzar...

¡¡¡Un viaje hacia el mundo de la literatura!!!

Pero… ¿¿Qué es literatura?? Probablemente muchos de nosotros creíamos saberlo hasta que llegó el día en que comenzamos a investigar y a debatir sobre ello; entonces nos dimos cuenta de que realmente no sabíamos mucho acerca de este término…

Suponemos que, como en casi todo, habrá diferentes opiniones para definir qué es literatura; pero nosotros hemos llegado a la conclusión de que la literatura es “el arte de la palabra oral o escrita”.

No obstante, y sabiendo que siempre es conveniente el hecho de contrastar datos, hemos podido encontrar otras definiciones que guardan una gran semejanza con nuestra propia descripción del término, afirmando que literatura es “el arte que emplea como medio de expresión una lengua” (RAE) o “el arte que emplea como medio de expresión la palabra hablada o escrita” (Diccionario de María Moliner).

Y… ¿¿Ya sabemos todo lo necesario sobre literatura?? ¡¡No!! Para comprender qué es literatura debemos profundizar mucho más y conocer las características fundamentales que diferencian a un texto literario de cualquier otro tipo de texto.

Antes de continuar es importante saber que la palabra “texto”, en este caso, nos será válida tanto para textos orales, como para textos escritos.

Estas características específicas de los textos literarios estarían relacionadas con la voluntad artística y la intencionalidad estética del autor, con el hecho de poder clasificarse en uno de los géneros literarios existentes (lírica, narrativa y teatro) y con la relación que guardan estos textos con el mundo de la ficción.

En ocasiones, nos encontramos con textos que poseen características muy similares a las de los textos literarios; no pudiendo, en algunos casos, diferenciarlos si el propio autor no informa de la intencionalidad que tiene al crear la obra.

De esta forma surgen corrientes como la “subliteratura” y la “paraliteratura” que, a pesar de compartir algunas características comunes con la literatura, no se pueden considerar como tal.

En cuanto a la subliteratura, cabe destacar que la intención fundamental es económica; estando diseñada de manera que sigan unos patrones ya conocidos y basados en el éxito de obras o temáticas anteriores.

Por su parte, la paraliteratura no suele recurrir a la función artística que sí observamos en la literatura, ni tratarse de textos ficticios.

No obstante, y siempre desde mi punto de vista, creo que este tipo de corrientes pueden favorecernos mucho en nuestra labor de maestros si somos capaces de ser críticos en su análisis; pues existen muchas obras de subliteratura y paraliteratura que nos pueden resultar muy útiles tanto para nosotros, como para acercar a nuestros alumnos a la lectura de una forma divertida y basada en sus intereses.

Y si lo que realmente deseamos es introducir a los niños en el mundo de la lectura… ¿¿Por qué no probamos a conocer algo relativo a la literatura infantil??

A pesar de conocer la definición de literatura infantil que dan diferentes autores que afirman que “en literatura infantil se integran todas las manifestaciones y actividades que tienen como base la palabra con finalidad artística o lúdica que interesen al niño” (Juan Cervera) o que “literatura infantil es toda producción que tiene como vehículo la palabra con un toque artístico o creativo y como destinatario el niño” (Marissa Bortolussi); nosotros hemos decidido realizar, una vez más, nuestra propia definición de literatura infantil.

De esta forma, podríamos decir que la literatura infantil es “aquella literatura que tiene como receptor implícito al niño; debiendo adecuarse a su lenguaje y teniendo en cuenta tanto el momento evolutivo en el que se encuentra, como sus intereses y gustos”.

No obstante, también existen opiniones que insisten en incluir como literatura infantil a la “literatura ganada”, que son aquellas obras literarias que, a pesar de no haber sido creadas para los niños, se han consolidado como piezas cuyos lectores están constituidos, mayoritariamente, por un público infantil; pues ellos mismos han ido aceptando progresivamente la obra o porque la sociedad la ha considerado una pieza literaria adecuada para los más pequeños.

Pero, centrándonos en la propia literatura infantil, el Ministerio de Educación intentó promover la lectura en los niños por medio de la Ley del 70; de esta forma, el gobierno pacta con la editorial Santa María (SM) y se llega a un acuerdo por el que la editorial se compromete a dividir los textos de lectura por edades mediante la serie conocida con el nombre de “Barco de Vapor”.

Así, la editorial SM categoriza la literatura infantil en serie blanca (para primeros lectores), serie azul (de 6 a 8 años), serie naranja (de 8 a 10 años) y serie roja (de 10 a 12 años); considerando que los niños de edad superior están capacitados para pasar a lecturas de literatura juvenil.

Pero… ¿¿Todos los niños del mundo tienen los mismos intereses y motivaciones?? ¡¡Por supuesto que no!! Los intereses, las preocupaciones, los gustos y las motivaciones de las personas vienen determinadas por numerosos factores; siendo uno de ellos la propia cultura del lugar en el que desarrolla su vida.

Y, en relación a la cultura… ¿¿Existe una cultura literaria?? ¡¡Claro!! Al igual que existe una cultura gastronómica, una cultura musical o una cultura deportiva…

De esta forma, podríamos decir que la cultura literaria de un individuo forma parte de su cultura general y hace referencia a lo que esa determinada persona sabe acerca de literatura; aunque es cierto que la cultura de cada persona está íntimamente relacionada a la cultura de la sociedad que le rodea.

Por tanto, la cultura literaria sería el sustrato cultural literario concreto de un determinado pueblo y que está relacionado con la propia historia del territorio, con el carácter de su gente, con sus hábitos sociológicos e incluso con sus creencias religiosas…

¡¡Ahora sí!! ¡¡Ya estamos preparados para comenzar nuestro viaje!!


Fuentes consultadas:

Apuntes seleccionados durante las clases.
http://www.rae.es
http://www.alonsoquijano.org
http://www.auladeletras.net
http://los-textos-literarios.blogspot.com

Lo que dice el currículo...

Antes de introducirnos en el mundo de la literatura… ¿¿Qué os parece si observamos lo que se establece para la Comunidad de Madrid en el currículo de Educación Primaria en relación a este tema??

En primer lugar, destaca el hecho de que una de las áreas que se establecen para la Educación Primaria en el “Anexo II” sea nombrada como “lengua castellana y literatura”.

Por otra parte, es importante recalcar que dos de los objetivos generales que se establecen para dicha área en la etapa de Educación Primaria hacen referencia a la literatura (Objetivos 7 y 8):

- Utilizar la lectura como fuente de placer y de enriquecimiento personal, y aproximarse a obras relevantes de la tradición literaria para desarrollar hábitos de lectura.
- Comprender textos literarios de géneros diversos, adecuados en cuanto a temática y complejidad e iniciarse en os conocimientos de las convenciones específicas del lenguaje literario.

Posteriormente, observamos que el tercer bloque de contenido de cada uno de los ciclos de la Educación Primaria hace referencia a la “educación literaria”; por lo que, a continuación, observaremos lo que se propone en cada uno de los ciclos:

Primer ciclo:

- Escucha de textos literarios y lectura guiada y autónoma, silenciosa y en voz alta, de textos adecuados a los intereses infantiles para llegar progresivamente a la autonomía lectora.
- Valoración de la autonomía lectora, interés por la elección de temas y textos, por la comunicación de las preferencias personales, y apreciación del texto literario como recurso de disfrute personal.
- Uso de los recursos de la biblioteca de aula y de centro, incluyendo documentos audiovisuales como medio de aproximación a la literatura.
- Comprensión, memorización y recitado de poemas con el ritmo, la pronunciación y la entonación adecuados.
- Recreación y reescritura de textos narrativos y de carácter poético (adivinanzas, refranes…), utilizando modelos.
- Dramatización de situaciones y de textos literarios.

Segundo ciclo:

- Lectura personal, silenciosa y en voz alta, de obras adecuadas a la edad e intereses.
- Lectura guiada de textos narrativos de tradición oral, literatura infantil, adaptaciones de obras clásicas y literatura actual en diferentes soportes.
- Desarrollo de la autonomía lectora, de la capacidad de elección de temas y textos y de expresión de las preferencias personales.
- Valoración y aprecio del texto literario como vehículo de comunicación, fuente de conocimiento de otros mundos, tiempos y culturas, y como recurso de disfrute personal.
- Conocimiento del funcionamiento de la biblioteca del centro y participación en actividades literarias.
- Comprensión memorización y recitado de poemas, con el ritmo, la pronunciación y la entonación adecuados.
- Recreación y composición de poemas y relatos para comunicar sentimientos, emociones, estados de ánimo o recuerdos, reconociendo las características de algunos modelos.
- Dramatización de situaciones y textos literarios.

Tercer ciclo:

- Lectura personal, silenciosa y en voz alta, de obras adecuadas a la edad e intereses.
- Lectura guiada de textos narrativos de tradición oral, literatura infantil, adaptaciones de obras clásicas y literatura actual en diferentes soportes.
- Lectura comentada de poemas, relatos y obras teatrales teniendo en cuenta las convenciones literarias (géneros, figuras…) y la presencia de ciertos temas y motivos recurrentes.
- Desarrollo de la autonomía lectora, de la capacidad de elección de temas y textos y de expresión de las preferencias personales.
- Valoración y aprecio del texto literario como vehículo de comunicación, fuente de conocimiento de otros mundos, tiempos y culturas, como hecho cultural y como recurso de disfrute personal.
- Uso de la biblioteca del centro y participación en actividades literarias.
- Comprensión, memorización y recitado de poemas con ritmo, la pronunciación y la entonación adecuados.
- Recreación y composición de poemas y relatos para comunicar sentimientos, emociones, estados de ánimo o recuerdos, reconociendo las características de algunos modelos.
- Dramatización y lectura dramatizada de textos literarios.


Pero si existen bloques de contenido referentes a la literatura, también deben existir criterios de evaluación que permitan valorar los conocimientos y competencias adquiridos en relación a la propia literatura; para ello, se ha desarrollado el séptimo criterio de evaluación de cada uno de los ciclos:

Primer ciclo:

Conocer textos literarios de la tradición oral y de la literatura infantil adecuados al ciclo, así como algunos aspectos formales simples de la narración y de la poesía con la finalidad de apoyar la lectura y la escritura de dichos textos.
Este criterio evalúa la capacidad de desarrollar el hábito de escuchar y disfrutar con textos literarios propios del ciclo, especialmente narrativos y poéticos (canciones, refranes, adivinanzas, trabalenguas…), de comprender el sentido de éstos gracias a la interpretación de algunas convenciones específicas, como la estructura narrativa simple y la rima. Hay que evaluar igualmente el aprecio y la adopción de actitudes positivas frente al texto literario y la incorporación de la lectura a su vida cotidiana. Se valorará la participación en tareas de dramatización, recreación, memorización y recitación de poemas y textos sencillos con ritmo, pronunciación y entonación adecuados.

Segundo ciclo:

Conocer textos literarios de la tradición oral y de la literatura infantil adecuados al ciclo así como las características básicas de la narración y la poesía, con la finalidad de apoyar la lectura y la escritura de dichos textos.
Este criterio evalúa la capacidad de disfrutar de forma cada vez más autónoma con textos literarios adecuados a la edad e intereses del ciclo, de comprender el sentido de estos gracias a la interpretación de algunas convenciones específicas, como los temas recurrentes, los elementos del relato literario y la rima. Hay que evaluar igualmente la actitud positiva hacia la lectura como actividad propia de la vida cotidiana. Se valorará la capacidad de explorar recursos expresivos y creativos simples, siguiendo modelos, en tareas de dramatización y recreación.

Tercer ciclo:

Conocer textos literarios de la tradición oral y de la literatura infantil adecuados al ciclo así como las características de la narración y la poesía, con la finalidad de apoyar la lectura y la escritura de dichos textos.
Este criterio evalúa la capacidad de disfrutar de forma autónoma con los textos literarios adecuados a la edad y al ciclo, de comprender el sentido de éstos gracias a la interpretación de algunas convenciones específicas, como los temas recurrentes, los elementos del relato literario, la rima, la medida, las comparaciones y la metáfora. Hay que evaluar igualmente la iniciativa y la adquisición de una actitud positiva hacia la lectura. Se valorará la capacidad de usar recursos expresivos y creativos, en tareas de dramatización, recreación o memorización de poemas y otros textos.


Finalmente cabe destacar que, en cada uno de los ciclos, existen algunos criterios de evaluación que hacen una pequeña referencia al ámbito literario; además, en las orientaciones metodológicas y para la evaluación, se encuentra un apartado referido a la educación literaria.