23 nov 2011

Análisis de un libro

Libro: Danko, el caballo que conocía las estrellas.
Autor: José Antonio Panero.
Colección: El submarino naranja.
Editorial: SM
Reconocimientos: Premio “El Barco de Vapor” (1987) y Premio “CCEI” (1988).






Para realizar el análisis, he decidido elegir un libro que no hubiese leído anteriormente; ya que pienso que de esta forma conseguiré ser mucho más objetivo al no tener recuerdos ni sentimientos previos.

Danko, el caballo que conocía las estrellas” es un libro que, según la clasificación realizada por la editorial SM en la colección “El Barco de Vapor”, está escrito para niños de entre 8 y 10 años; de esta forma, se intentará ser lo más objetivo posible teniendo en cuenta dicho intervalo de edades.

En primer lugar, y en relación a los gustos del lector, creo que José Antonio Panero ha sabido utilizar muy inteligentemente esa admiración que suscitan los animales en los niños; de forma que, ya con el título, los más pequeños pueden ver interesante un libro en el que se intuye que el protagonista será un caballo.

¿¿A qué niño no le gustaría la historia de un muchacho y su heroico potrillo??

Y a ti… ¿¿No te gustaría conocer brevemente la historia de Danko?? ¡¡Pues allá vamos!!

Grígor es un niño que vive feliz junto a su familia y que espera ilusionado el nacimiento del caballo que pronto tendrá la yegua familiar.

Desde sus primeros instantes de vida, el recién nacido corcel Danko, muestra una gran afinidad con este chiquillo que se convertirá en su adiestrador, amigo, compañero y hermano; pero pronto la felicidad de niño y animal se verá amenazada ante la llegada de Pávirich, un malvado comerciante que desea comprar a este caballo que, gracias a su increíble belleza y a sus impresionantes poderes, se ha ganado una gran fama en todo el reino.

Ante la negativa de la familia de vender al caballo, y tras haber comprobado que la leyenda sobre Danko era cierta, el mezquino negociante diseña un plan para secuestrar y llevar al circo al animal junto a su joven dueño; una vez allí, les obligaría a realizar espectáculos para enriquecerse.

Tras el secuestro, el joven Grígor comenzó a perder la esperanza y a sentir una gran impotencia, pero Danko le transmitía esa fuerza que necesitaba para no rendirse; cuando llegaron al lugar en el que serían explotados, ambos se pusieron a planear la huida y el regreso a casa.

Una gran empalizada separaba a Grígor y a su corcel de la libertad, decenas de centímetros de altura que parecían kilómetros; un salto imposible para cualquier caballo, excepto para Danko…

Tras coger un poco de carrerilla y animar a su jinete, el valiente potro realizó un increíble salto que consiguió liberar a ambos del injusto cautiverio al que habían sido sometidos; ambos consiguieron escapar del circo y del malvado Pavirich, recorrieron una gran distanciada gracias a la habilidad de Danko para guiarse a través de las estrellas y, finalmente, llegaron a un pueblo en el que el cobarde conde Hansen vivía a costa de extorsionar a sus habitantes.

Al enterarse de la injusticia que se iba a cometer con Miklós, uno de los coaccionados habitantes de Midyá, Grígor y Danko desafiaron al conde Hansen decidiendo ayudar a Miklós a saldar su deuda y, de esta forma, a ganar su libertad y la de sus hijas.

Finalmente, y tras completar el trabajo, Danko y Grígor consiguieron regresar a su hogar para reunirse con su familia y volver a vivir felices para siempre.

En cuanto al contexto en el que se desarrolla la trama, creo que el hecho de que sea ficticio ayuda al lector a poner en marcha su imaginación y a crear en su mente lugares como “Batalay”, “Perja” o “Midyá”; no obstante, existen algunos elementos que permiten al niño sentirse más próximo a la obra, como puede ser la edad del protagonista del libro.

Y en este sentido, observamos unos personajes fácilmente identificables por el niño, que aportan algo diferente a la obra y se muestran al lector de forma muy diferente; aunque, en este caso, creo que lo ideal sería analizar individualmente a algunos de los personajes más importantes que aparecen a lo largo del libro:

- Grígor: Es un niño de la misma edad o de una edad similar a la que pueden tener los niños para los que ha sido escrita la obra; lo que permite al lector identificarse con el protagonista y sentirse cercano a la lectura.
Así, Grígor se muestra como un niño valiente y decidido, como una especie de héroe infantil; pero a la vez muy humano, con sus propios sentimientos y una serie de valores personales fácilmente identificables por los más pequeños.

- Danko: Es, junto a Grígor, el protagonista de la obra; se puede considerar una especie de “mascota perfecta” o “héroe animal”.
Este potro que desde el momento de su nacimiento reconoce a Grígor, se muestra como el gancho perfecto para un público al que, con toda seguridad, entusiasmarán las acciones de este pequeño caballo.

- Pávirich: Se muestra como el cruel personaje que está dispuesto a hacer cualquier cosa para enriquecerse; los niños podrán rápidamente reconocer a este personaje como el “malo” de la historia.

- Abuelo Josua: Bajo mi punto de vista, el autor de la obra concede un especial protagonismo a este personaje, al que muestra como un anciano valiente que haría cualquier cosa por su nieto; es un leñador fuerte, pero a la vez sabio, que desde el primer momento entiende las intenciones de Pávirich.

- Miklós: Habitante de Midyá que busca la libertad para sí mismo y para sus hijas, muestra una gran valentía y fuerza de voluntad hasta el final; no obstante, circunstancias ajenas a este personaje provocan que esté cerca de fracasar en su objetivo.
Danko y Grígor le ayudarán a saldar su deuda y a evitar una muerte segura a manos del conde Hansen.

- Conde Hansen: Se presenta como el otro malvado destacable, es una persona cobarde que vive a costa de explotar a los habitantes de Midyá; Grígor se enfrentará a este conde para ayudar a Miklós a salvar su vida.

- Otros personajes: Que, por sí mismos, aportan algo diferente a la lectura y se muestran muy distintos los unos de los otros; de esta forma, debemos mencionar los personajes de la abuela Malva, Jákov y Alexandra (los padres de Grígor), los bandidos que ayudan a Pávirich, el dueño del circo Wolmut o los discriminados hermanos Koslay, Plit y Plot.

En cuanto al estilo y expresión de la obra, creo que el autor escribe de una forma muy asequible que hace la lectura del libro muy entretenida y amena para los niños, utilizando en ocasiones adjetivaciones y un vocabulario poético que dota a la obra de una buena calidad literaria; no obstante, se observa la presencia de algunas palabras que considero bastante complicadas para niños de esas edades (panojas, mesársela, alazán, carabina, aterido…).

Esta dificultad en algunas de las palabras del texto (unas 50 ó 55 a lo largo del libro) puede suponer una motivación para que el niño utilice el diccionario y se interese por conocer palabras nuevas; pero también puede provocar que el lector se aburra de encontrar en el texto palabras desconocidas, de forma que prosiga la lectura sin entender el significado de algunos de los términos.

Por otra parte, tanto el vocabulario como la forma de actuar del joven Grígor tienen cierta coherencia con la edad que presenta el muchacho; aunque en momentos puntuales de la obra se le muestra excesivamente confiado y valiente.

De esta forma, creo que el niño se puede sentir fácilmente identificado con el protagonista de la obra e incluso tomarle como un modelo de héroe infantil que no se rinde ante las dificultades que se le presentan.

Finalmente, cabe destacar que el formato del libro nos muestra una letra de tamaño mediano-grande y un interlineado que deja el espacio vertical justo para que la lectura sea agradable y sin forzar la vista; además, en momentos clave de la historia, se observan algunas ilustraciones en blanco y negro que sirven para amenizar la lectura y para enfatizar algunos detalles.

En definitiva, creo que se trata de una obra que puede ser muy interesante para los niños y que respeta el momento evolutivo del lector para el que ha sido creada; aunque jamás debemos olvidar que cada persona es diferente, por lo que debemos tener siempre en cuenta que una lectura agradará a un determinado niño por sus gustos, motivaciones e intereses y no por la edad que establece la editorial como recomendada para una lectura determinada.

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