27 dic 2011

¡¡Viviendo entre el pasado y el presente!!

Tras finalizar la tercera etapa, podríamos decir que hemos llegado al ecuador de nuestro viaje; y lo hacemos tras haber recorrido multitud de parajes folclóricos y llenos de una larga tradición, tras haber disfrutado con multitud de historias y después de habernos acercado un poco más al origen de todos aquellos cuentos que todos hemos escuchado alguna vez cuando éramos niños.

Y lo cierto es que, en esta etapa del viaje, hemos sido custodiados por las hadas y los duendes; pues nos hemos adentrado por interesantes caminos de fantasía e ilusión en los que hemos podido conocer a multitud de reyes y bandoleros, a princesas y amables bestias e incluso a hombres y mujeres del futuro y del pasado.

Y ahora podremos emplear nuestra experiencia por esos caminos para transmitir multitud de historias y soñar con las hazañas de todos esos personajes que observaban nuestro trayecto; y es que, a veces, la ficción está tan cerca de la realidad, que por un momento llegas a pensar que todas esas aventuras y personajes que te rodean son reales.

Porque… ¿¿Quién no ha contado historias alguna vez en la oscuridad de la noche?? ¿¿Acaso no disfrutamos todos por igual de aquellos cuentos alrededor de la lumbre?? ¿¿Creéis que se puede llegar a perder la ilusión por escuchar las aventuras de valientes personajes??

Ahora sabemos dónde debemos buscar para encontrar historias, hemos aprendido cómo debemos contar los cuentos e incluso hemos comprendido que hay historias que parecen más interesantes cuando son leídas por otros; y por eso debemos emplear esta experiencia para conseguir que las futuras generaciones sigan disfrutando de aquellas historias que, anteriormente, ilusionaron a sus padres y abuelos.

Y es que, como futuros maestros, debemos ser conscientes de la importancia que han tenido los textos folclóricos a lo largo de la historia; una importancia que se puede recuperar mostrando a los niños multitud de cuentos entretenidos que, posteriormente, podrán transmitir a sus padres de esa forma tan propia que tienen los más pequeños de contar historias.

Además, el hecho de que padres e hijos se cuenten mutuamente distintas historias será una forma interesante de mejorar las relaciones entre ellos y hacer que se pase más tiempo en familia; haciendo, además, que los propios niños cojan el gusto por la literatura.

Finalmente, podría ser interesante el hecho de contar las diferentes versiones de un mismo cuento folclórico para que los niños observen las diferencias y vean cómo el carácter oral de este tipo de textos ha provocado que existan variaciones entre las diferentes versiones.

En definitiva, creo que como maestros de Educación Primaria, debemos guiar a nuestros alumnos por los maravillosos senderos del folclore y presentarles a esa gran cantidad de personajes que hemos conocido en esta etapa del viaje.

2 comentarios:

  1. :) Muy bien. Añade un parrafito, aunque sea un poco menos "alquímico" sobre el sentido que tiene para ti, como maestro, utilizar los textos folclóricos en las aulas de primaria y qué objetivos te plantearás cuando lo hagas.

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  2. La entrada ha sido modificada añadiendo lo que se ha propuesto y queda como definitiva para seguir el orden de la historia.

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