7 ene 2012

¡¡Eliminemos los prejuicios!!

Tras visitar la consulta de Francesco Tonucci y charlar agradablemente sobre las dificultades, los problemas de la escuela y nuestras propias opiniones en cuanto a la iniciación a la lectura de los niños, el señor Keating decidió que había llegado el momento de descansar un poco para que pudiéramos reflexionar acerca de todo lo que habíamos experimentado en el mundo de la literatura mientras dábamos un reparador paseo.

En nuestra marcha, nuestro guía nos mostró algunos lugares interesantes como las casas de los tres cerditos, la mina en la que incansablemente trabajaban los siete enanitos o el bosque por el que debía pasar Caperucita para ir a casa de su abuela; pero, finalmente, el señor Keating nos dijo que debía presentarnos a una persona que, probablemente, los aficionados al fútbol ya conociéramos...

Fue entonces cuando la intriga se apoderó de nosotros y las preguntas se fueron sucediendo una tras otra; queríamos saber quien sería el protagonista de nuestra siguiente parada pero, ante nuestra sorpresa, el señor Keating nos llevó a un kiosco de prensa.

Allí compró unos periódicos que nos dio a todos y nos dijo que, en ocasiones, teníamos que buscar por nosotros mismos la respuesta a nuestras preguntas y que, en el autobús, podíamos ir leyendo aquellos periódicos en los que puede que encontrásemos algo útil.

Y de repente… ¡¡¡En aquella página de la sección de cultura del periódico estaba la respuesta a nuestras preguntas!!!

Fue entonces cuando comenzamos a leer aquel artículo de Andrés González Barra:
(http://www.abcdesevilla.es/20111014/cultura/sevp-libro-rompo-topico-futbolista-20111014.html).

“Con mi libro rompo el tópico de que un futbolista no piensa en su futuro”.

“Pepe Mel debuta con su novela <<El mentiroso>>, un thriller ambientado en varias ciudades”.

“Un apasionante thriller, a caballo entre Nueva York, Londres, Jerusalén y El Cairo —con el hallazgo de unos manuscritos como telón de fondo—, son algunos de los ingredientes que salpican la novela de debut de Pepe Mel (Madrid, 1963), «El mentiroso» (Jirones de Azul), un libro que supone la puesta de largo del entrenador del Real Betis Balompié en el mundo de la literatura, y una primera parada en un camino que a partir de ahora éste espera muy largo.

Pepe Mel no paró ayer de conceder distintas entrevistas sobre un libro que aparecerá oficialmente en las librerías españolas a partir del próximo día 20. En todo caso, esta aventura literaria del entrenador bético no deja de sorprender por la trayectoria profesional de este deportista: «La gente muchas veces no conoce al personaje y nos quedamos con una parte de su vida. Esto de escribir para mí es un hobby y no tengo afán de vivir de la literatura, pero eso me hace ser mejor».

Reconoce Mel que para escribir esta obra ha tardado cuatro o cinco años. Además, considera que ha sido muy importante documentarse a la hora de escribir esta trama de misterio: «Tengo la suerte de haber viajado a todas las ciudades en las que se ubica la novela. Ahí me he documentado mucho, aunque la imaginación vaya después a otro lado».

Otra cosa importante a la hora de conocer a este escritor novel es que tiene una vocación de profesor: «Si el destino no me hubiera puesto un balón entre las piernas, seguramente me hubiera gustado ser profesor», admite. Asimismo, se siente un devoto de la historia, «una rama de la ciencia que me apasiona», a lo que añade que «me ha gustado más siempre el pasado que el futuro».

Este entrenador tiene muy claras las ideas sobre por qué ha deseado introducirse en el mundo de la literatura: «Quiero que la gente que lea el libro se olvide de los problemas cotidianos del día a día, algo que me pasa a mí cuando soy lector. Me gustaría que los lectores entraran en otro mundo y que se vean recompensados por el tiempo invertido».

También Pepe Mel advirtió que el libro digital no es santo de su devoción: «Adoro el libro como objeto. No he comprado nunca libros digitales. A mí me gusta el olor de los libros, me encantan las librerías y las bibliotecas».

En otro sentido, indica que «con este libro se rompe el tópico de que el futbolista y el deportista en general no se preocupa por su futuro ni por sus estudios. Cada vez hay más jugadores universitarios y con cultura. En mi equipo, por ejemplo, hay muchos jugadores a los que les gusta leer».

El entrenador bético añadió también que es una novela «de historia, arqueología y misterio», que parte del hallazgo de los manuscritos de la cueva de Qumrán —cerca del Mar Muerto—, y puntualizó en broma, durante la rueda de prensa, que el título del libro, «El mentiroso», «nada tiene que ver con Lopera», expresidente del Betis.

Al igual que es un acérrimo defensor de los jugadores de fútbol nacionales, también dice ser un gran seguidor de escritores españoles, como María Dueñas, Julia Navarro, Matilde Asensi, Chufo Lloréns, Ildefonso Falcones o Pérez-Reverte”.

En el tiempo que tardamos en encontrar y leer el interesante artículo, el autobús había llegado a nuestro destino y el señor Keating nos había dicho que nos apeáramos del vehículo; parecía que nuestro guía había medido muy bien los tiempos y que no dejaba nada a la improvisación, porque allí estaba esperándonos el famoso entrenador que nos recibió con una sonrisa y nos regaló algunos balones de fútbol firmados por la primera plantilla del Real Betis Balompié.

Sinceramente, ninguno de nosotros podía haber imaginado que un deportista de élite tuviese entre sus aficiones escribir novelas y, mucho menos, que se planteara publicar algo más allá de su autobiografía o de las múltiples anécdotas que suceden en los terrenos de juego a lo largo de toda una carrera deportiva; pero allí estaba el señor Mel tirando por tierra todos nuestros prejuicios y haciéndonos conscientes de algo que nos era muy difícil comprender en relación a un deportista profesional: Y es que el hecho de estar interesado por el deporte no tiene por qué estar reñido, en ningún caso, con el interés por la lectura.

De esta forma, comenzamos a caminar hasta llegar a un pequeño campo de fútbol; el señor Keating y Pepe Mel nos dijeron que nos sentásemos en aquellas gradas, formando un semicírculo para que todos pudiésemos escuchar aquello que nos contaría el entrenador bético.

Comenzó diciéndonos que había decidido hablarnos de su novela en las gradas de un campo de fútbol porque pretendía romper esa primera barrera mental que nos hacía pensar que el deporte y la cultura no podían estar nunca relacionados y porque, bajo su punto de vista, un libro y un campo de fútbol podían llegar a ser muy parecidos…

Entonces me di cuenta de que yo pensaba de la misma forma que Pepe Mel y que si cualquier persona se para a pensar un poco se dará cuenta de que, realmente, un campo de fútbol y un libro pueden tener muchas semejanzas; pues en ambos casos contendrán elementos que pueden hacer que las personas se identifiquen con lo que ocurre, se emocionen, disfruten o sufran dependiendo de cómo se vayan sucediendo los acontecimientos…

Pero el señor Mel quiso también hacer un guiño a nuestra futura profesión al confesarnos que le hubiese gustado haber sido maestro y al pedirnos que pusiéramos muchísimo empeño en nuestro trabajo; ya que pensaba que aunque fuesen los deportistas, los actores o los cantantes los que acaparaban los focos de la sociedad, lo cierto era que nuestra labor como docentes era la más importante, pues todas las personas que formarían la sociedad del futuro pasarían por nuestras manos y estarían, irremediablemente, influidas por nuestras actuaciones como profesores.

Nos llamaba muchísimo la atención la forma de hablar sincera de este entrenador que decía sentir miedo ante las posibles críticas de aquellos que no entendiesen que un deportista de élite también podía disfrutar con la literatura e incluso llegar a publicar una novela; porque, lo cierto, es que la sociedad esta llena de multitud de prejuicios e ideas que hacen que se consideren desvinculadas ciertas profesiones o aficiones con la literatura…

Y es que, como nos sugirió el señor Carroll, puede que aún debiésemos abrir un poco más nuestra mente… ¿¿Por qué no iba a poder ser un futbolista un gran lector?? ¿¿Qué le impide a un cocinero disfrutar de la gastronomía y, además, de la escritura de poesía?? ¿¿Acaso no podemos disfrutar más de una obra literaria escrita por un desconocido que de una obra literaria escrita por un gran autor??

Una vez más, la persona que teníamos ante nosotros en aquel interesantísimo mundo de la literatura había conseguido hacernos reflexionar sobre un determinado tema; y, esta vez, habíamos entendido que debíamos eliminar todos los prejuicios y considerar la literatura como un placer universal del que cualquiera puede disfrutar sin importar su profesión, su edad o el resto de sus aficiones.

2 comentarios:

  1. ¿Futbolista? ¿lector? ¿escritor? ... yo conozco uno... es el capitán de un equipillo humilde pero muy simpaticón... Hispano noséqué...

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  2. Aaaah... ¡¡Un crack dentro y fuera de los terrenos de juego ese tipo!! xD

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